
Buena suerte choripanes!!!
papá, yo de mayor quiero ser choripán!!!
retorno.
el choripan que no falte!
llises
tractoret!
buscando al mosquito!
Bocadillo de chorizo en mitad de camino, con mantequilla sabe mejor según la experta; espera, yo he traído mistela; pues si quieres un poco de chocolate ahí va con leche y puro, para los más duros; genial, esta vez no se me ha olvidado el termo de café… Y así, en mitad de un sendero cualquiera, en un momento tenemos montada mesa para diez o quince, según la ocasión, con las mejores vistas a la montaña.
En una de esas excursiones domingueras, en una de esas sobremesas eternas acoplados entre las piedras, una voz propone: y si hacemos algo grande? y si es un tres mil? y si es con nieve?... y al volver a casa, todos tenemos marcada ya la silueta del Mulhacén en nuestro calendario.
“Pensat i fet”…allá que nos vamos, con nuestras raquetas a hombros y nuestras mochilas llenas de comida. Con nuestra inexperiencia en alta montaña, pero con nuestras ganas infinitas de llegar hasta arriba. Lo conseguimos, nos cuesta (y mucho), pero los diez y dos más que de camino se unen a nuestra expedición, alcanzamos los 3478m.
Entonces, una pancarta sorpresa: “Choripanes-Mulhacén´09”, nos lo hace ver claro…han nacido los Choripanes.
Y así, mes tras mes, la chori-cita va ganando chori-amigos.
Pequeñas escapadas para desconectar del día a día, donde no faltan nunca las risas y un hilillo constante de voz que nos acompaña durante todo el camino, rozando el griterío si es cuesta abajo y entrecortado por la respiración, si es cuesta arriba…
O grandes retos en forma de cimas que alcanzar: Mulhacén, Vignemale, Toubkal, Bisaurín…y en breve, Aneto.